Respirar es un intercambio de energía entre el mundo exterior y el espacio interior de nuestro cuerpo. No importa lo que hagamos; llevar nuestros hijos a la cama, conducir, preparar la cena, o salir corriendo a la oficina; en definitiva, modular nuestro patrón de respiración es una manera de estar centrado, ampliar el uso de nuestra mente y mejorar nuestro rendimiento físico.

Permanecer inmóviles durante unos momentos y tomar conciencia del modo en que habitualmente respiramos. ¿Podemos sentir nuestra respiración? ¿Podemos oírla? ¿Respiramos profundamente? ¿Advertimos algún movimiento en nuestro pecho? ¿Estamos llenando la parte inferior de nuestros pulmones con aire?

EJERCICIO DE RESPIRACION

Ahora, más atentamente, aclara tu garganta, relaja la lengua, separa suavemente la mandíbula e inspira lentamente por la nariz mientras cuentas hasta cuatro. Siente cómo el aire entra por las fosas nasales y escucha el sonido que hace como «el viento en una cueva» en la parte trasera de tu garganta. Sigue conscientemente el recorrido de tu respiración al interior de tu cuerpo.   Imagina la respiración llena de espirales de energía doradas que se mueven por la laringe y cómo baja por la garganta hasta la parte inferior de los pulmones.

Cuando hayas terminado con la inspiración, detente unos momentos y luego exhalas con una respiración larga y completa mientras cuentas nuevamente hasta cuatro; detente un momento antes de repetir la operación. Procura que tu atención se centre en la respiración mientras lees. Una respiración profunda y rítmica calma y reequilibra tu cuerpo. En la tercera o cuarta inspiración imagina y siente cómo las vibrantes espirales doradas de energía penetran en las paredes de nuestros pulmones mientras se desplazan por la sangre. Mientras la energía vital entra en tu torrente sanguíneo, observa cómo se dirige a tu corazón. Permite que la energía concentrada entre en todas las cavidades del corazón, y entonces observa y siente cómo la sangre recién revitalizada pasa desde tu corazón a todo el cuerpo. Imagina tu sangre como si fuese un rio de color rubí brillante, poderosamente vivo e inteligente, que transporta la energía de la fuerza vital de manera equilibrada y decidida por todo el cuerpo. Sigue respirando y disfruta del poder de la atención focalizada.

Podemos focalizar la energía de nuestra atención en cualquier imagen que nos guste, dependiendo de cómo queramos sentirnos o expresarnos. La energía vital es gratis y completamente abierta para ser dirigida y moldeada por nosotros.

Cuando respiramos conscientemente, automáticamente alteramos la frecuencia del patrón de ondas de nuestro cerebro y alcanzamos un estado más despierto y más centrado en nuestra conciencia integrada. Al aprender a ajustar y focalizar la atención nos daremos cuenta cada vez más de las diferentes frecuencias, tanto de las que proceden de fuentes físicas como las de fuentes no físicas que reclaman nuestra atención.

Ondas electromagnéticas de radiaciones cósmicas, compuestas de energía de luz pulsante, viajan a través de la existencia para transmitir grandes cantidades de información.

La naturaleza de la existencia se basa en la cooperación, que tiene lugar en todos los niveles de la realidad, debido a un destacado y significativo propósito. Pulsaciones energéticas inundan toda la existencia para formar una mente cósmica superconsciente que actúa como fuente de energía y registro de todo el conocimiento. Un constante flujo de impulsos creativos procedente de la mente cósmica estimula la exploración y el desarrollo al abrir nuevos caminos de conciencia en toda la existencia. En todos los eventos siempre están relacionadas múltiples capas de propósitos y cuantas más personas estén implicadas, más energía se genera.

La participación mediante el pensamiento, la palabra o los hechos refuerza las formas de pensamiento mediante un potencial que es capaz de modificar el curso de la conciencia humana.

La intensidad emocional que hay detrás de la forma de pensamiento determina la manifestación del mismo.

Cuando las emociones se manipulan, resulta mucho más desafiante enfrentarse y evaluar claramente la situación. Hace falta una nueva y espiritual perspectiva cósmica vigorosa para que la humanidad pueda comprender y, en último lugar, unificar el propósito de la extrema polarización del mundo civilizado. En este sentido, los antiguos hábitos, patrones y adicciones que limitan y encasillan el espíritu humano están derrumbándose con mucha rapidez y abriendo paso a un nuevo orden de la mente basado en un renacimiento global de responsabilidad, de hacerse cargo y de poder personal.

 La luz es una radiación electromagnética que viaja en forma de onda y nuestras células, que tienen una estructura cristalina, responden rápidamente a la luz natural. Ondas electromagnéticas de radiaciones cósmicas, compuestas de energías de luz pulsante, viajan a través de la existencia para transmitir grandes cantidades de información. El cerebro humano y su sistema nervioso funcionan en los dos aspectos de la realidad, tanto en el físico como en el no físico, y sirven como receptores para un gran número de impulsos eléctricos que llenan el espacio y engloban al planeta. Nuestras células siempre están en guardia y transfieren, traducen, transmiten y diferencian una miríada de frecuencias.

Señales o mensajes en los nervios, el cerebro y el cuerpo son transmitidos mediante débiles impulsos eléctricos que irradian energía hacia la realidad física y no física, manteniendo un contacto constante con los poderes superiores de la mente cósmica. Los rayos del sol sostienen esta conexión y pueden fluctuar respecto a la frecuencia, la calidad y la velocidad de la radiación de la luz solar pulsante y con ello afectar a diferentes áreas del tiempo con transmisiones energéticas muy distintas.

La ciencia modernas tanto de la medicina como de la psicología ortodoxa confían en modelos de la mente que tan sólo reconocen los aspectos del consciente, del subconsciente y del inconsciente y muestran poco interés en el reconocimiento de vuestra conexión innata con la mente cósmica y su vista más amplia de la realidad. Somos seres multidimensionales y, a lo largo del tiempo, la importante mala interpretación de este aspecto de nuestro ser más grande ha ejercido un profundo impacto en la mente humana. Como respuesta natural a esa constricción a largo plazo, se está produciendo una sana rebelión en el seno de la forma de pensamiento colectivo que mantiene nuestra realidad unida. La liberación de grandes cantidades de energía psíquica retenida estimula una repentina expansión de conciencia, que se está transmitiendo telepáticamente por el mundo entero y, al mismo tiempo, por todas las capas de la realidad.

Los poderes de la mente cósmica o superior ofrecen una nueva y fascinante frontera que está a disposición de toda la gente para ser explorada. Nuestra mente, dividida en dos hemisferios, se considera la central de información para la comunicación en la realidad física, aunque, de hecho, están involucradas muchas capas de nuestra identidad física y no física. No obstante, nuestro cerebro tiene una importante función: el hemisferio derecho, que rige el lado izquierdo de nuestro cuerpo, gobierna el pensamiento abstracto, intuitivo, creativo e imaginativo, mientras que el hemisferio izquierdo trabaja con los métodos racionales, analíticos y lógicos, y rige la parte derecha de nuestro cuerpo.

La armonía entre los dos hemisferios es esencial tanto para el aprendizaje como para la activación del potencial completo del cerebro.

Las actividades que estimulan y desarrollan las cualidades de cada lado del cerebro, ejercitan nuestra mente para obtener un equilibrio holístico y una mayor inteligencia. El hecho de mover suavemente los ojos de izquierda a derecha sin mover la cabeza activa los hemisferios; caminar levantando ligeramente las rodillas y tocar las rótulas alternativamente con las palmas de las manos opuestas también crea un equilibrio en los hemisferios. Sin embargo, escuchar la naturaleza alternando el oído izquierdo y el oído derecho aporta los mejores resultados.

Normalmente, la mente se divide en tres categorías de áreas de funcionamiento (mente consciente, subconsciente e inconsciente), que para resultar más edificantes, pueden describirse como un pequeño guisante verde, una gran cebolla dulce y una patata muy grande. La mente consciente se compone del ser que está atento, consciente, y que piensa: la versión de nosotros que dirige los programas, siembra las semillas y pilota los aviones en la intención de realidad 3D. Nosotros creemos que manejamos las cosas desde la mente consciente: el guisante. La mente subconsciente, o cebolla grande y dulce, lleva a cabo las órdenes de la mente consciente, y es como un enorme banco de datos con respecto a las capas y capas de todas nuestras memorias.

También sirve como almacén lúcido para el conocimiento de las conexiones multidimensionales y memorias que viajan mediante impulsos electromagnéticos desde los tiempos más remotos de nuestra época actual. La mente inconsciente o la gran patata, es el radar de nuestro interior profundo y acumula una importante base de conocimiento, rica y madura, para un reconocimiento que parte desde el nivel cósmico más profundo.

Impulsos, señales y símbolos recibidos de la mente cósmica que utilizando una analogía, es un jardín y se traducen y se guardan para la transmisión por la mente inconsciente profundamente enterrada.

La actividad del cerebro es un reflejo de un estado individual de la mente y es susceptible de medirse mediante un electroencefalograma (EEG). Las lecturas de un EEG detectan el número de ciclos de ondas cerebrales por segundo, y apuntan ondas de frecuencia específicas o repeticiones que implican los patrones de pensamiento que se utilizan. La frecuencia es la velocidad a la cual sucede la actividad eléctrica y determina los diversos niveles de la actividad de la onda cerebral (beta, alfa, theta y delta). La onda beta se asocia a las operaciones de la mente consciente e indica un estado normal y despierto con la mayor frecuencia de ciclos por segundo.

Las ondas alfa son más lentas y actúan como importante enlace o puente entre las frecuencias de mayor rapidez de la mente consciente y las vibraciones más lentas de las ondas theta y delta. Al estado de alfa, que llamaremos el «puente zanahoria», se accede con mayor facilidad mediante la visualización y la relajación. En este sentido, meditar, caminar o estar sentado en la naturaleza, o hacer una pausa para disfrutar de una taza de té son actividades a través de las cuales podemos recibir y recuperar nuestro equilibrio interior.

Relajar la lengua y separar levemente las mandíbulas también ajustará nuestra frecuencia de conciencia de ondas beta a la frecuencia alfa, que mejorará la creatividad.

Centrarse en la respiración, soñar despierto y activar los sentidos también proporciona acceso a un estado alfa.

Los niños suelen permanecer durante mucho tiempo en un estado alfa cuando están jugando, y todo el mundo pasa por este estado cuando está a punto de quedarse dormido. Cuando advertimos que estamos en este estado sublime, puede que nos demos cuenta cómo el flujo de energía se mueve y transita en nuestra mente. Al otro lado del estado alfa están las ondas theta, que son aún más lentas, al indicar la actividad de la mente subconsciente. Por debajo de theta están las ondas muy lentas del nivel delta, que revelan la actividad inconsciente: un estado fácilmente programable y hogar de las conexiones que trascienden el tiempo lineal.

En el estado delta, nuestros sentidos están extraordinariamente afinados; sin embargo, esta frecuencia indica un estado de sueño profundo y con el inconsciente en plena actividad. Es la mente inconsciente que está conectada con las memorias de la mente cósmica, que se activa cuando todos los patrones de onda (beta, alfa, theta y delta) están presentes simultáneamente.

La frecuencia electromagnética de nuestros pensamientos, que van y vienen en el tiempo, afecta a otras realidades con contenidos similares.

A lo largo del tiempo, la gente de la Tierra han utilizado varios niveles de ondas cerebrales para optimizar su capacidad, con una creatividad única. Nuestra historia no enfoca adecuadamente la verdadera esencia de los logros humanos.

Los años venideros verán cambios electrificantes y similares a relámpagos en la psique colectiva de la humanidad cuando aparezca todo aquello que fue escondido. Asuntos nunca contados y que la mente consciente no ha querido reconocer y tratar surgirán desde el almacén del subconsciente y brindarán una oportunidad dorada para limpiar la mente colectiva humana de información no procesada y de escombros emocionales. Muchos de nuestros ancestros tuvieron vidas muy interesantes, y sus hazañas y memorias están guardadas en las mentes subconscientes e inconscientes como contribuciones muy valiosas a la conciencia colectiva de la humanidad.

El verdadero conocimiento que estamos buscando se halla en nuestro interior.

Eventos que la conciencia de las ondas beta piensa que han pasado hace mucho tiempo pueden ser todavía muy reales y presentes, y ocurrir, desde una perspectiva multidimensional de la mente cósmica, simultáneamente. Muchas líneas del tiempo están entrelazadas y conectadas entre sí debido a asuntos y lecciones que se están manifestando en el mundo físico: las frecuencias electromagnéticas de nuestros pensamientos, que van y vienen en el tiempo, afectan a otras realidades con contenidos similares.

A nivel celular, todo el mundo está en un perpetuo estado de comunicación instantánea, e  individuos de otros tiempos, con frecuencia, son muy conscientes de este continuo intercambio. La era moderna se basa en la creencia colectiva de que acumular información es un proceso externo, y, efectivamente, puede ser cierto; no obstante, estamos diseñados por naturaleza para vivir la realidad desde una posición interna de poder personal que conduce a un punto de vista mucho más alegre y expansivo de vitalidad y expresión creativa que lo que actualmente creemos posible.

La existencia es una diligencia que es por un lado, muy compleja y, por otro, bastante simple. En esencia, se trata de una unión notable de frecuencias basadas en un acuerdo consciente de cooperación. Patrones energéticos surgen y desembocan en otras capas de la realidad, creando un intercambio abierto de frecuencias y señales.

Desde una perspectiva más amplia, todas las realidades están abiertas; por ello, hagamos lo que hagamos (las actitudes que desarrollamos y las acciones que realizamos), creamos frecuencias que emiten su esencia en todas partes.

Encubrimientos y pretensiones son formas ilusorias; somos quienes somos. Podemos engañarnos a nosotros mismos, pero no podemos falsificar nuestra rúbrica de frecuencia! Siempre transmitimos quiénes somos y lo que somos. Esto es válido para todo el mundo, desde un niño recién nacido hasta los grandes líderes mundiales. Dentro del actual estado humano de las cosas, el nivel de engaño y mentiras ha llegado a una etapa tan increíble porque la gente ha desalineado sus habilidades para leer las vibraciones de la realidad. En términos modernos se hablaría de un estado de negación.

La TV te contamina con noticias de situaciones destructivas que se plasman en tu mente y luego eso es lo que estamos atrayendo a nuestra realidad.

A veces creamos situaciones para cumplir con una intención o un acuerdo que propusimos antes de llegar aquí. Jugar con el poder siempre implica un examen de carácter. Retos personales desarrollan el carácter al estimular nuevas cotas de desarrollo emocional e intelectual, mientras que asuntos globales suelen tratar el deseo colectivo de alcanzar logros psíquicos y espirituales universales. Estamos aquí para vivir exactamente aquello que tenemos delante; sabiendo esto y teniendo en cuenta que el libre albedrío siempre nos permite elegir, el poder puede mejorar el transcurso de nuestras vidas. Tenemos que ser muy claros con respecto a lo que queremos y para qué estamos disponibles.

Podemos cambiar cualquier situación siempre que modifiquemos nuestras actitudes y expectaciones anteriores. Centrar de nuevo nuestra atención y elegir conscientemente nuestros pensamientos para reforzar los resultados deseados modifica la frecuencia que transmitimos y abre inevitablemente la puerta a otro probable desenlace.

Ajustar la realidad o utilizar la frecuencia mediante la intención es la ola del futuro. Sobreponerse a los miedos y pasar por eventos desafiantes proporcionará gran confianza y fuerza; en cierto sentido, se puede decir que, cuanto más desafiante sea la situación, mayor será la posible ganancia y recompensa en la recuperación del poder personal. Logros y conquistas se acumulan y penetran en las capas de la realidad con un propósito, creando un tablero de ajedrez multidimensional sobre el cual las piezas, los jugadores, e incluso el propio tablero, tienen cierto poder.

Abrazar la comprensión de que todo lo que existe se basa en frecuencias es una de las metas del ser humano que vive en estos tiempos. Recordar y examinar el valor de las memorias almacenadas en nuestros genes nos ofrecerá una nueva perspectiva de cómo funciona el cuerpo humano y, al integrar las consideraciones de una visión más amplia de la realidad, nos debemos demostrar que es posible.

No importa lo que estemos creando, ya que nuestras creencias son el fundamento de todas nuestras experiencias.

Está claro que existe la posibilidad de crear energías que son incompatibles con nuestro bienestar. Debido a que no podemos ver las energías que producimos, no siempre somos conscientes de que continuamente estamos transmitiendo nuestras creencias y nuestras condiciones de la realidad para que se materialicen. Y una mente aturdida y poco clara atraerá del mismo tipo de energía, ya que ésta es la señal que está emitiendo. Recordemos que los pensamientos crean la realidad, de modo que cada vez que nos encontremos ante una situación sorprendente, debemos preguntarnos: ¿porqué estoy creando esto?

Preguntar el porqué de las cosas prepara el escenario para una futura claridad. El truco consiste en prestar atención y aprender a escuchar la respuesta. No importa lo que estemos creando, ya que nuestras creencias son el fundamento de todas nuestras experiencias.

Tenemos que aprender a ser conscientes de nuestro poder para imprimir la energía con la que estamos interactuando y que estamos utilizando para estructurar la realidad.

Producíos frecuencias de energías basadas en nuestras creencias, actitudes y deseos, y en la era actual también estamos viviendo en un campo de frecuencias electrónicas que bombardean nuestro entorno. Ondas de frecuencias extremadamente bajas (ELF) NT, frecuencias electromagnéticas, microondas, las frecuencias de cables de alta tensión, las de los pensamientos de otras personas, las almacenadas en el campo y una multitud de frecuencias procedentes del cosmos se mezclan y se funden a nuestro alrededor. Conforme vayamos aprendiendo a focalizar nuestra atención y agudizar nuestras percepciones en desarrollo, gradualmente nos iremos dando más cuenta y nos haremos más sensibles a las frecuencias que encontramos (desde la comida que ingerimos y el lugar donde vivimos hasta los sitios que visitamos y las cosas que hacemos).

Conforme nos hagamos energéticamente más conscientes, aprenderemos a sentir las frecuencias. Advertiremos la diferencia cuando ingiramos comida producida en gran cantidad y alimentos cultivados y preparados con cariño. Discernir las frecuencias electrónicas requiere ese mismo nivel de conciencia. Si permanecemos durante muchas horas del día imbuidos en un estado de divertimento electrónico, entonces es esencial que pasemos la misma cantidad de horas en la naturaleza. La naturaleza es el mejor lugar para renovar la energía y crear un equilibrio interno.

Podemos recuperar el poder y poner en marcha la realidad que queramos si nos tomamos el tiempo suficiente para comunicaros con los niveles subconscientes e inconscientes de nuestra mente. Haz el siguiente ejercicio.

Conforme mejoremos cada vez más la utilización de nuestra imaginación, ampliaremos de forma natural nuestra libertad para jugar creativamente con los engranajes de nuestra psique, y ésta, a su vez, acrecentará nuestro bienestar.

Posibilidades ilimitadas esperan nuestra atención y nos podemos ahorrar muchísimo dinero y un arduo trabajo practicando ese arte del manejo interior, al mismo tiempo que aprenderemos cómo dirigir nuestra atención. Llegará un momento que sólo tendremos que pensar en la sala de respuestas, plantear la pregunta y recibiremos instantáneamente la contestación. Podemos hacer lo que nos plazca al construir la realidad en nuestra mente.

Las frecuencias tienen sus trucos inesperados y es bueno recordar que no podemos engañarlas.

Las señales de las ondas cerebrales revelan nuestro estado de ánimo mediante las frecuencias que utilizamos para funcionar en la realidad física. Podemos aprender a desarrollar una frecuencia general que sea fuerte, poderosa y claramente centrada. Cuando aprendamos a mejorar y a reavivar nuestra frecuencia, predominará con respecto a las demás frecuencias que encontremos en nuestro entorno. El sentido común debe prevalecer mientras perseguimos el camino de nuestra conciencia perfeccionada. Es posible establecer una vibración personal que trascenderá y transmutará cualquier sustancia tóxica o destructiva.

Con los aparatos electrónicos del mundo actual, hace falta un enorme esfuerzo para mantener nuestra frecuencia si vivimos en un campo altamente cargado electrónicamente.

Tenemos que aprender a situarnos en zonas donde las vibraciones hagan que nos sintamos bien y en la mayoría de los casos, esto tendrá lugar en el campo donde se honra la naturaleza. Podemos aprender a trascender cualquier cosa, pero también debemos decidir si hacer este esfuerzo es en nuestro interés; cambiar de sitio o de hábitos suelen ser las soluciones más fáciles y más sensatas.

Hay mucha gente que se maltrata energéticamente, empujando y luchando contra tormentas de formas de pensamientos negativos creados por la gente que transmite las frecuencias de sus propios sentimientos negativos. Todos los pensamientos asumen una forma energética en el mundo de las frecuencias, y los sentimientos son el combustible utilizado para propulsar estas señales en el éter que nos rodea. Los pensamientos se unen como racimos, ya que atraen lo similar (igual atrae a igual). Todos los pensamientos son órdenes para las células con el fin de que manifiesten el efecto deseado y pensamientos y sugerencias inconscientes pueden ser con frecuencia extraordinariamente nocivos para el cuerpo.

Al conducir cuando el tráfico es denso, las vibraciones de otros conductores pueden llegar a ser muy intensas y molestas. La mayoría de la gente piensa que está sola y aislada cuando está en el interior del automóvil, pero el hecho de conducir, que es muy hipnótico, puede disparar un estado alterado de conciencia. En este estado mental, similar a un estado de trance, los pensamientos y sentimientos que están siendo explorados por el conductor luego son emitidos inconscientemente a todas las autovías del mundo.

Tenemos que aprender a centrar nuestra atención y darnos cuenta en qué estamos pensando.

¿Estamos contribuyendo a una serie de pensamientos llenos de alegría o de desesperación? Cuando tengamos claro lo que queremos, sabiendo que podemos crear cualquier versión de la vida que nos plazca, podremos orientar conscientemente la energía de nuestro entorno con nuestra intención. Podremos emitir pensamientos llenos de amor al medio ambiente (ya sea vía autopista o vía sendero rural). Podremos utilizar nuestro pensamiento de forma ilimitada y, cuanto más practiquemos el equilibrio y la armonización del medio que encontramos, más efectivo será el cambio del entorno en el que vivimos.

Mediante el pensamiento, el sentimiento, lo dicho, lo hecho, los sueños, las intenciones, los deseos y el ser, estamos creando continuamente frecuencias.

¿En qué contribuímos al campo de las actividades humanas? Puede que aquellos que parecen tener más poder que nosotros sencillamente focalicen sus frecuencias más conscientemente. El campo de energía no es rico en un área y pobre en otra; el campo es el campo (uniforme e influenciable). El campo de la existencia está lleno de inteligencia cósmica que es neutra (en términos de interés propio) y en el marco más amplio de la realidad no existe un guardián único. La mente cósmica es una experiencia colectiva, siempre cambiante y en aumento debido a la continua incorporación de cada diferencia de la existencia que cada forma de conciencia explora y transmite. Utilizar nuestra fuerza de voluntad para crear un nuevo mundo probable (algo que hacémos con cada pensamiento) mediante la producción de frecuencias de pensamiento y energía es el nombre del juego de la libertad.

Nuestra intención determina la experiencia que creamos y la manera de responder determina el resultado. Si a lo largo de nuestra vida elegimos mentir, manipular y utilizar oscuras energías demoníacas para ensalzar nuestro camino, experimentaremos las consecuencias de estas actitudes. La elección siempre es nuestra, siempre podemos hacer lo que nos parezca bien. Independientemente de si aceptamos o no la responsabilidad personal por nuestras creaciones, lo que encontramos siempre es fruto de nuestra opción. Las frecuencias tienen sus trucos inesperados y es bueno recordar que no podemos engañarlas.

Para tener una frecuencia energética verdaderamente sincera y genuina tiene que haber un alineamiento con nuestros sentimientos. Un copartícipe embustero disfrazado de buena persona puede ser fácilmente reconocido y leído claramente cuando manifestamos nuestras expectativas y sintonizamos con la verdadera naturaleza de las intenciones de esta persona. Cuando con ayuda de nuestros sentimientos, aprendemos a leer las frecuencias, tratar las desagradables energías de la mentira y del engaño ya no supone problema alguno.

Los buenos lectores de frecuencias siempre son muy honestos consigo mismos y con los demás, ya que tanto la honestidad como la integridad son requisitos esenciales para adquirir esa habilidad. Cuanto mayor sea nuestra integridad, más revelaciones con respecto a las numerosas puertas del conocimiento y la auténtica verdad tendrán lugar.

No existen campos de entrenamiento ni curso que hacer; todo esto está únicamente relacionado con nosotros y con nuestra conciencia. En cada momento de nuestra existencia tenemos la oportunidad de caminar por el sendero bajo, el sendero del medio y el sendero alto.

La honestidad produce una frecuencia que dice: tengo integridad y honor; soy fiable, responsable y solidario. Todo depende de nosotros. Cuanta más responsabilidad estemos dispuestos a asumir por ser los creadores de nuestra vida, mayor será la verdad que seremos capaces de aceptar y manejar. La responsabilidad abre la puerta para la completa recuperación del poder personal.

Nosotros tenemos el derecho y el deber inherentes para diseñar y crear nuestra propia vida.

Los tiempos en los que vivimos se caracterizan por un esfuerzo noble y valiente propio de muchas mentes resueltas para exponer una miríada de conspiraciones oscuras y amenazantes por parte de una intención global de élite que desea controlar y dominar al mundo. Desde una perspectiva más amplia, cada uno que vive sobre la Tierra está jugando su papel en este gran juego de la conciencia, licitamos aquí para crear una gran dinámica de cambio que facilite el despertar a una nueva verdad y para aprender a confiar en las revelaciones de la mente cósmica que se están desplegando.

Cuando dejemos de contribuir con nuestros miedos personales de carencia de poder y desespero al pensamiento colectivo y aceptemos que somos los creadores de nuestra propia frecuencia, podremos utilizar de la manera que nos plazca los potenciales ilimitados del campo de la energía formativa. Tenemos el derecho y el deber inherentes para diseñar y crear nuestra propia vida. Podemos crearnos un mundo seguro, por medio de la focalización de nuestra atención y la transmisión de pensamientos amorosos en el éter para lograr una convivencia pacífica entre todas las formas de conciencia. Si estamos dispuestos a crear esa pacífica versión de la realidad, se podrán crear interacciones armoniosas, nuevas aventuras apasionantes, grandes sincronicidades y conexiones rememoradas.

Estar aquí tiene su sentido y propósito y todas las avenidas de experiencias que elegimos explorar son esenciales e importantes para nuestro bienestar en estos tiempos.

Somos los responsables últimos para que se aprecie y valore nuestra vida; no obstante, tenemos que aprender un poco más sobre quiénes somos antes de poder crear una realidad mejor mediante las frecuencias que elegimos.

No siempre es fácil conoceros, y lo mismo ocurre con la decisión a favor de la integridad, pero ésta es la alternativa que debemos estar dispuestos a elegir.

Una vez más, aceptar la responsabilidad de nuestra vida y deshacernos de la condición de víctima liberará nuestros patrones de pensamiento y acabará con los nudos de la idea de impotencia.

Cuanto más sepamos sobre quiénes somos y cuanto más decididos estemos de ver nuestra vida como una expresión de conciencia significativa y llena de propósito, mayor será la revelación. Utilicemos vuestra energía creativa para determinar el tono del día, por medio de la visualización de ondas vibrantes de energía y llenas de imágenes de vuestras intenciones dispuestas a emitir desde el corazón. Al perseguir la verdad, debemos estar dispuestos a explorar, cuestionar, debatir, razonar, discutir, escuchar, observar, aprender y contemplarnos a nosotros mismos y a toda la creación bajo un nuevo y cautivador prisma.

Por un Mundo Mejor

¡ Todos juntos en la Victoria de La Luz !

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