Hemos aprendido que todo lo que existe en esta vida está conectado a una red interactiva ilimitada, a la que llamamos la red de la existencia. Todos los sucesos, ya sean grandes o pequeños, son registrados en esta red de energía inteligente que tiene una capacidad ilimitada de memoria, entre otras muchas cosas. Nuestro Internet es un modelo simbólico de esta red de la existencia (un intento en el mundo material de imitar la red y una réplica de su inagotable energía). No obstante, aunque esta red siempre esté presente, sin ninguna cuota por parte del servidor, la matrícula requiere que dominemos nuestra mente y que tengamos que conocernos a nosotros mismos para estar on-line.

Muchas civilizaciones del mundo han conseguido navegar por la gran red de la existencia y han establecido un enlace cósmico entre la vida en la Tierra y la majestuosidad de las estrellas.

Antiguos clarividentes y guardianes del tiempo de épocas remotas tuvieron una amplia capacidad para estudiar los cielos y darse cuenta de que existían mundos dentro de mundos, conectados inherentemente a ciclos planetarios y estelares que funcionan de acuerdo con un plan cósmico a largo plazo. Esos ciclos y sus influencias forman parte de un diseño mayor y contienen numerosos niveles de planes y propósitos; en los tiempos antiguos, la humanidad consideraba la vida en la Tierra como una parte altamente significativa del baile cósmico.

Hubo incluso culturas que vaticinaron el nanosegundo, el período de 25 años, entre 1987 y 2012, para formar una parte de importancia suprema de un ciclo a tan gran escala, un ciclo que incluía una transformación total de la conciencia humana.

El nanosegundo mostraría el abandono de un prolongado estado de ignorancia y confusión autoimpuestas para dar paso a una época dorada de transformación humana. La gente de este tiempo pueden elegir un número de futuros probables para establecer un puente en la transición entre el final de una era y el comienzo de otra. Se sabía que se iban a transformar gracias a purificaciones, iniciaciones y grandes pruebas espirituales, mientras su mundo se rompía en pedazos.

Este período de 25 años atraería a billones de seres (todo el mundo quería estar en la Tierra debido a que la aceleración de la energía iba a ser formidable; sería como vivir miles de años en 25 años, o tener cientos de vidas resumidas en una). En esos tiempos, pruebas personales y colectivas servirían de oportunidades para adoptar más conciencia de una realidad mucho más amplia. Durante estos años, toda la humanidad realizo elecciones poderosas que determinarían el mundo que le gustaría ocupar cuando la nueva versión comenzara con el solsticio de invierno de 2012.

La velocidad e intensidad de la energía acelerada se articula en tres fases diferentes, cada una de ellas diseñada para ajustar la conciencia humana en expansión, creando así un ritmo y un patrón de entrenamiento con respecto a las nuevas frecuencias de luz a nivel celular. Conforme la energía sigue acelerándose, el espacio del tiempo entre crisis y crisis se reduce cada vez más y la oportunidad de darse cuenta de que el mundo exterior es tan sólo un reflejo de la realidad interior y aumenta exponencialmente. Dentro de un marco más amplio de la realidad, una crisis puede vivirse como un encuentro de mentes en el cruce de caminos de las oportunidades (una encrucijada en la que uno se da cuenta de dónde está para luego elegir conscientemente el mejor resultado posible). Durante estos 25 años de energía acelerada hemos sido modificados por una radiación cósmica que aumenta constantemente y nos ayudará a acomodaros al increíble cambio de conciencia por el que hemos venido aquí.

Puede que nos estemos preguntando por el sentido y el propósito de esta energía acelerada. ¿Sucede para volveros locos? ¿O para dar más poder a los consoladores sobre nuestras vidas?

 El verdadero sentido de esta aceleración consiste en enseñar el uso de las leyes cósmicas tanto a nosotros como a todos los que participan. Las antiguas civilizaciones supieron que hay leyes que gobiernan el universo y el multiverso y que todo está íntimamente conectado con las actividades de los cielos. Una de las leyes principales es: el pensamiento crea la realidad.

Mientras todo sigue yendo más y más rápido, esto se convierte en una lección evidente, ya que lo que pensamos se materializa cada vez con mayor rapidez.

Conforme la energía se va acelerando, un proceso natural interno trabaja armoniosamente con las fuerzas externas e internas para ayudaros a integrar los cambios energéticos.

Nosotros hemos elegido estar aquí en un momento en que los pensamientos serán reconocidos como una herramienta para crear y manifestar la realidad y para anclar en esta realidad el conocimiento de que somos seres espirituales que llevan las riendas de sus vidas. Para después poder declarar: «Yo estuve ahí y yo lo viví. Lo conseguí; comencé a diseñar mi vida de acuerdo con mis propias intenciones bien elegidas», hecho que es un logro muy notable para el currículo espiritual de cualquiera.

A lo largo de estos tiempos de energía acelerada, todo se precipita y se manifiesta con mucha más rapidez.

El alineamiento celeste con el centro galáctico conlleva una fuerte transmisión de energía que afecta a todo lo que existe en la Tierra y, mientras esta energía de alto voltaje siga entrando en nuestra realidad acelerándolo todo, nosotros tendremos que ser mucho más conscientes de los pensamientos y mensajes que estamos transmitiendo.

Recordemos que nuestros pensamientos se envían en forma de frecuencias energéticas y que actúan de manera similar a las palomas mensajeras entrenadas para entregar mensajes (los pensamientos literalmente vuelan de nuestra mente para conectar con aquello con lo que estamos pensando). Y, a lo largo de estos tiempos de energía acelerada, todo se precipita y se manifiesta con mucha más rapidez.

 Entender las leyes cósmicas de la manifestación es como tener la llave para acceder a todo el universo. Si somos conscientes de nuestros pensamientos y sabemos que recibiremos aquello en lo que nos estamos centrando, estaremos creando la versión de vida que queremos. Pero, si por casualidad creemos lo que se vende en el gran negocio de los medios de comunicación de control de pensamiento, estaremos siguiendo un programa y seremos utilizados.

En un tiempo de aceleración tenemos que pensar y cuestionarlo todo y estar dispuestos a sentir nuestro propio camino vital para aprender las múltiples capas de la verdad que define nuestra realidad.

Durante la primera fase de transformación, desde 1987 a 1996, el nivel de energía cósmica que afectó a nuestro planeta era acelerado, si se compara a un incremento de 10 veces entre un año y otro, hecho que fue creando gradualmente un momentum y un sutil cambio en la vida de todos. Reflexionemos por un momento qué pasó en 1987. ¿Dónde vivíamos? ¿Qué estábamos haciendo con nuestra atención? ¿Qué pasó en nuestra vida? ¿Hasta qué punto estábamos ocupados? ¿En qué punto de nuestra búsqueda espiritual estábamos? ¿Quiénes éramos y en qué estábamos pensando? ¿Cómo entendíamos el mundo de entonces?

Al principio, tan sólo un reducido número de personas en todo el planeta estaban preparados para conectar y sentir la aceleración de la energía procedente de la energía cósmica y las frecuencias de luz recién emitidas.

Hubo que considerar muchos cambios y factores en la vida de cada uno, ya que, junto con la rutina normal cotidiana, un nuevo nivel de conciencia fue sembrado en la mente humana. La conciencia planetaria sintió el comienzo de profundos cambios y empezó a buscar respuestas, de modo semejante a un ternerito recién nacido que todavía está inseguro, pero listo para la vida.

Los primeros diez años de energía acelerada crearon un continuo, pero gradual aumento en la toma de conciencia en la conciencia colectiva. Surgieron nuevas y fantásticas interpretaciones de la vida debido a esa conciencia expandida, y la información se convirtió en un bien muy valioso e indispensable.

Al acelerarse el paso, el lento, pero continuo florecimiento de Internet, reflejaba las conexiones realizadas con otros niveles y las nuevas tecnologías expresaron las energías aceleradas de esos tiempos. Aunque mucha gente fue ingenua en sus interpretaciones y expectativas con respecto a lo que iba a ocurrir, el entusiasmo fue desde el principio enorme. Habilidades psíquicas y nuevas capacidades de percepción tan sólo estaban comenzando a despertar en un gran número de personas y el idealismo espiritual a veces dejó de ser práctico en términos de popularidad.

Finalmente, cuando se reveló más y más información con respecto al verdadero estado de los asuntos del mundo (especialmente la manipulación a largo plazo de las creencias concernientes a conexiones cósmicas escondidas), la burbuja de la inocencia explotó para dar a conocer una visión mucho más amplia de !a realidad y exigir, a su vez, una visión mucho más extensa acerca del lugar que uno ocupaba en el cosmos.

Con gran insistencia, al igual que la rica y majestuosa renovación de las hojas en otoño, millones de personas comenzaron a darse lentamente cuenta de que estaban viviendo en un tiempo de sorprendentes cambios y que probablemente una multitud de agendas e intenciones estaban involucradas.

Durante la segunda fase de la aceleración, de 1997 a 2006, la energía saltó en proporción de 100 veces al año, y magnificó cada experiencia con mayor intensidad aún. Mientras la energía continuaba aumentando y puesto que existían muchas cosas que debían considerarse, la gente se enamoró completamente de las innovaciones tecnológicas para escapar de la presión cada vez más fuerte; no obstante, según algunos era para manejar el caos. Pero cada vez más se estaban introduciendo en una burbuja electrónica que manejaba sus frecuencias.

Durante esos años existió gran confusión para reconocer las prioridades y lo que realmente era importante. Y, conforme siguió avanzando el tiempo, se hizo cada vez más patente, para aquellos que tenían una mente clara, que los pensamientos se estaban manifestando en la realidad muy de prisa. Finalmente, todos se enfrentaron a un extraordinario examen de la realidad con respecto al estado de sus asuntos personales, que se convirtieron en las nuevas prioridades de la vida, ya sea por elección o por ausencia de ésta. Durante este tiempo, millones de personas comenzaron a darse cuenta de que nada era lo que parecía y esta toma de conciencia constituyó una iniciación en sí misma y uno de los exámenes más importantes de esos tiempos.

Conforme los sucesos tumultuosos fueron en aumento en el escenario mundial, se fue trazando una línea invisible y la polarización se agudizó en todo el mundo, ya que la gente se inclinó hacia una vertiente u otra y defendió sus creencias en debates encendidos con respecto a la libertad y el valor de la vida.

La negación constituyó una elección por parte de aquellos que vivían en la ignorancia a pesar de la información habitualmente disponible.

Un nuevo nivel de pensamiento apareció cuando las mentes pioneras intentaron abrir las puertas hacia nuevas fronteras e ilimitadas posibilidades. Como el tema de las guerras y la paz recobró una importancia cada vez mayor, la gente se dio cuenta en quién confiar y comenzó a valorar su intuición en este proceso de toma de decisiones. Durante estos años apareció una recién encontrada sabiduría debido a un despertar de dimensiones épicas que envolvió el globo.

Conceptos nuevos reavivaron el espíritu humano y ofrecieron una sensación de recuperación de poder y de alivio en la vida de mucha gente.

Parece que aparecieron ideas nuevas que adquirieron vida propia cuando la confluencia de múltiples realidades se unió a la tercera dimensión y comenzaron a bailar y bullir como un riachuelo después de un breve deshielo primaveral. Sin embargo, y en medio de todo, nadie tuvo muy claro «lo que realmente estaba pasando».

En el año 2007, la fase tercera y final se inicia con un inmenso salto en lo que respecta a la intensidad. La energía se acelerará en una proporción de cien mil por año durante los restantes 5 años, lo que provocará que todo el mundo se sitúe en órbita. Los últimos 5 años del nanosegundo son impredecibles en lo que se refiere a cómo vamos a responder a las ocultas capas de verdades que surgirán de manera inevitable. Nuestro poder aumentará en cada instante. ¿Lo dejaremos pasar o lo utilizaremos y contribuiremos en los anales del tiempo con nuestra personal victoria?

Existen numerosas direcciones posibles en cuanto a elección y el resultado será determinado por el grado de despliegue de nuestra conciencia, junto con los valores que intentamos perseguir. Desde una perspectiva más amplia, parece que el mundo entero tiene que transformarse y pasar por el ojo de la aguja.

Estos 25 años fueron una preparación para el magnífico alineamiento solar con el centro galáctico que tuvo lugar en el solsticio de invierno del año 2012.

En este momento de encrucijada puede ocurrir casi de todo. El centro galáctico representa la verdad y se distingue como fuente primaria de información para toda la galaxia. Alineaciones planetarias con el centro sirven para estimular a los humanos para que manifiesten su extraordinario estado de creatividad, y al mismo tiempo para alterar sus percepciones de la realidad gracias a la transmisión de importantes cantidades de energía e información.

Cualquiera puede activar las innatas habilidades para despertar y vivir la vida desde un punto de vista más amplio.

Puede que nos preguntemos si es posible que los individuos puedan cambiar el curso de sus vidas. Nuestros valores y creencias determinan la experiencia y es cierto que tenemos la libertad y el libre albedrío para cambiar uno de ellos o ambos y modificar el camino siempre que queramos. Nos definimos nosotros mismos en esta realidad según cómo respondemos a nuestras experiencias.

Gracias a nuestra propia evaluación y valoración podremos avanzar o quedarnos atrás. Cuando entramos en la realidad de la tercera dimensión, llevamos codificada en nuestras células una heliografía; nuestra identidad puede ser leída en nuestro cuerpo y trazada de acuerdo con la posición de los planetas a la hora de nuestro nacimiento.

Nuestro nombre, nuestra sangre y nuestro campo energético albergan determinado perfil de nuestra personalidad, al igual que el potencial de nuestros logros en esta vida. Nuestros regalos o capacidades están almacenados en nuestro interior, pero de ninguna de las maneras limitan nuestro potencial; son más bien herramientas que reflejan nuestra identidad. Siempre podremos recurrir al libre albedrío y elegir a partir de un amplio espectro de oportunidades otras versiones posibles de nuestra experiencia. Nos relacionamos con nuestra actual realidad porque es un reflejo de nuestras creencias personales y nuestro estado mental.

Nuestra vida y nuestra realidad son predecibles en términos de energías que repercuten en nuestro tiempo y en nosotros mismos y que, del mismo modo, son impredecibles en cuanto a cómo responderemos ante ellas. Cualquiera puede activar las innatas habilidades para despertar y vivir la vida desde un punto de vista más amplio, ya que fuerzas cósmicas y energías sutiles nos afectan a nivel subatómico y pueden promover nuevos conocimientos y premoniciones que, a su vez pueden llevarnos a cambiar el curso de nuestra vida.

A lo largo de la existencia ha sido necesario crear periódicamente (tal y como nosotros concebímos el tiempo y el espacio) oportunidades para eliminar determinados residuos. Puede que estémos pensando en residuos físicos; sin embargo, nos estamos refiriendo a residuos energéticos, especialmente a aquellas vibraciones de baja frecuencia que se han ido acumulando como programas erróneos de la vida (en nuestro mundo externo y también en nuestro entorno interior). Hace falta una sanación a lo largo del tiempo para resolver el enorme cúmulo de energía psíquica y emocional retenida que está almacenada en la estructura de nuestro ADN.

Partes del ADN que se consideran «basura insustancial» en realidad contienen registros vitales, y almacenan importantes claves de información.

Nuestro ADN contiene su propia red de información con respecto a nuestro linaje ancestral. El cuerpo humano es un instrumento extraordinariamente bien diseñado, totalmente capacitado para retener un inmenso collage de imágenes, improntas e impresiones personales correctamente registradas en cada momento y guardado a nivel celular. Todo esto acumula en un momento dado un gran volumen de influencias percibidas que pasan de generación en generación mediante la influencia psíquica natural de la telepatía de la sangre.

En todas las familias existe inherentemente una fuerte conexión psíquica debido a la común información y familiaridad que llevamos en la sangre. Nuestras células están comunicando continuamente nuestro estado mental a nuestra familia genética en todas las avenidas del tiempo.

Muchas preguntas interesantes tienen lugar cuando ampliamos la mente e investigamos a nuestros antepasados y la gran variedad de percepciones y experiencias que están codificadas en nuestro ADN.

EJERCICIO

Durante unos momentos, focaliza la mente en la respiración y crea un flujo profundo, tranquilo y rítmico de energía vital que se mueve por todo el cuerpo haciendo que llegue hasta las capas subatómicas de tus células. Visualiza espirales doradas de energía mientras danzan dentro, alrededor y entre las células, y conectan diminutas partículas y ondas para crear un deslumbrante paisaje de colores, formas geométricas líquidas y apacibles sonidos sublimes.

Ahora, intenta abrir tu línea del tiempo personal  y respira este pensamiento hasta impregnar el baile de tus células. Relájate un momento e imagina que tus antepasados están delante de ti; un gran círculo de tu linaje de sangre se ha juntado como respuesta a tu llamada. Cada miembro de tu familia está vestido exquisitamente. Se irán acercando a ti de uno en uno y te mirarán a los ojos para revelar las alegrías y las tragedias, los descubrimientos fascinantes y los graves desengaños que llenaron sus vidas. Recibe las imágenes y símbolos como parte del legado de tu familia y cerciórate de agradecer todo lo que se te está mostrando. Una vez que se haya terminado la reunión, contempla la variedad de experiencias y habilidades creativas que están encerradas en tu ser.

Enormes cantidades de energía para sanar las penas y separaciones se están transmitiendo desde el centro galáctico a la Tierra.

El período de 1987 a 2012, o el nanosegundo de los anales del tiempo, implican la conexión con la fuente de poder del centro galáctico, o útero de la madre, al aceptar la responsabilidad de limpiar las enormes acumulaciones de residuos energéticos negativos que obstaculizan nuestra realidad. Al fin y al cabo, el nanosegundo tiene que ver con la experiencia de estados de mayor conciencia para que podamos saber quien somos de verdad. Pero a veces un gran cúmulo de energía no procesada obstaculiza la claridad requerida para volvernos a poner en contacto con nuestra propia sabiduría profunda.

Cuando los códigos guardados en el ADN contienen registros de dolor y separación y fuertes creencias en el victimismo y la carencia de poder, entonces la percepción del así llamado pasado (que tiene un poder enorme) tiene que transformarse gracias a la comprensión de su propósito. Eventos y experiencias que son el resultado de creencias basadas en el miedo y codificados en el ADN son especialmente importantes de sanar, ya que hasta que no se entiende el significado y propósito de una experiencia, la historia se repite a sí misma tal y como reza el proverbio. Grandes oportunidades multidimensionales para limpiar y sanar energías afligidas son eventos raros dentro de la galaxia.

Cuando se producen estas magníficas oportunidades de sanación, una increíble cantidad de energías procedentes de los más diversos lugares se siente atraída al lugar del suceso. Esencias de radiaciones cósmicas se envían para acelerar las energías predominantes en el lugar en cuestión, es decir, períodos de energía acelerada básicamente crean un estado de reevaluación notable, seguido por la creación de un juego de nuevas prioridades para lograr el desarrollo de lo que realmente es importante a todos los niveles.

Todos los participantes están motivados por el fuerte deseo de transformar sus conciencias y alcanzar un estado más elevado de conciencia. Los Tiempos de sanación siempre tienen que ver con reunir partes fragmentadas con un todo mayor al rejuvenecer el espíritu y aceptar una mayor responsabilidad por el hecho de ser cocreadores de la existencia.

Enormes cantidades de energía para sanar las penas y separaciones se están transmitiendo desde el centro galáctico a la Tierra, rodeando y penetrando nuestros cuerpos físicos y fundiéndose con nosotros. Esta energía se transmite a través del espacio, radiado a través de nuestro Sol y enviado a nuestro mundo.

Expulsiones coronales atrapan las transmisiones procedentes del centro galáctico para impulsarlas hacia nuestra área en el tiempo y el espacio. Para poder vivir y desarrollarse durante estos tiempos acelerados tenemos que integrar esta energía (debe encajar como un programa de software en el ordenador o como una mano que se desliza dentro de un guante del tamaño adecuado). Cualquier cosa que bloquee estas energías e impida que penetren en nuestro cuerpo o en nuestro medio ambiente se manifestará visiblemente y tiene que tratarse como un obstáculo que hay que eliminar para no impedir el proceso de la transformación personal.

Abrir nuestros chakras y permitir que la energía cósmica fluya a través del cuerpo refrescará nuestro espíritu y devolverá el poder a nuestra vida.

Ondas de energías pulsantes son la base del cosmos y, aunque parece que somos formas sólidas, en realidad estamos compuestos de energías vibrantes que se filtran desde el interior al exterior de nuestro cuerpo y viceversa, en forma de ondas danzantes de luz. La composición de nuestro ser es mucho más importante de lo que creemos. Portales conocidos como chakras sirven como aperturas no físicas o escotillas para acceder a nuestro campo de identidad y a través del cual entran las fuerzas energéticas sutiles (entran y salen tanto de la versión física como no física de nuestro cuerpo).

Existen 7 centros mayores asociados con el cuerpo físico y 5 que están más allá de la forma física para ampliar nuestra identidad y conectaros a través de la red de la existencia con las profundidades del cosmos. Esos 7 chakras del cuerpo físico corresponden a las glándulas de nuestro sistema endocrino, que dirige la química interna de enzimas, hormonas y una inteligencia química entrelazada que ayuda, junto con nuestro sistema nervioso, en el manejo de las numerosas funciones del cuerpo. Cada chakra sirve a un centro de inteligencia para procesar la energía cósmica en este mundo de la materia física, y uno se lo puede imaginar como un caleidoscopio giratorio de color, luz, símbolos y sonido.

Las lecciones de la vida suelen darse en relación con un área específica de foco y desarrollo que, a su vez, está relacionada con cada centro de energía. La atmósfera está viva y llena de energías vitales y, si nuestros chakras se abren, la energía entra y sale de nuestro cuerpo, para ayudaros a mantener una claridad mental, un equilibrio emocional y una renovación espiritual. Nuestras creencias e interpretaciones de la vida determinan hasta qué punto esos portales están abiertos o cerrados. El miedo hace que los centros se contraigan, mientras que la respiración, la belleza, el amor y la risa los expanden.

Abrir los chakras implica hacer una limpieza primaveral a fondo.

Hacer correr la energía por nuestro cuerpo hace que los asuntos ocultos que controlan nuestra vida salgan a la superficie y, aunque encontrarse con creencias profundas puede suponer un reto, también hay que decir que es liberador soltar todo aquello que nos ata. No hay un mejor momento que ahora para cumplir con esta tarea. Para poder manejar plenamente la verdad de estos tiempos, abramos nuestros chakras y permitamos que la energía cósmica, llena de información y conocimiento, fluya a través del cuerpo como un riachuelo límpido y transparente como el cristal, lleno de vitalidad chispeante, que refrescará nuestro espíritu y devolverá el poder a nuestra vida.

El primer chakra está situado en la base de la espina dorsal, morada de una fogosa energía similar a una serpiente y conocida como kundalini. Este es el lugar donde permanece nuestro poder y donde habrá que explorar los asuntos básicos de nuestra identidad y supervivencia. Hay gente que se pasa la vida entera luchando con las lecciones que se basan en las enseñanzas de este centro raíz. Cuentas corrientes abultadas y posiciones sociales importantes pueden ser estupendas, pero es el tipo de persona que somos, cómo nos relacionamos con nuestra familia y nuestros amigos y las virtudes que tenemos lo que define nuestra identidad. Cuando nos amamos y confiamos en nosotros mismos, la energía puede entrar en el primer chakra para incrementar nuestra autoestima y transmutar el miedo ancestral de supervivencia dentro de un cuerpo físico. Dominar la energía de cada chakra implica asumir la responsabilidad personal de nuestra vida. Reconocer la lección correspondiente a cada chakra abre el camino para que la energía cósmica pueda entrelazar todos los centros y conectarnos a la red de la existencia.

El chakra número dos es el portal de la sexualidad y la creatividad y también en este centro uno puede pasarse toda la vida luchando para aprender las lecciones de estas potentes energías. Todo el mundo se encuentra con el poder bruto de la energía sexual; sin embargo, muy pocos entienden el profundo intercambio psíquico y espiritual que tiene lugar cuando se tienen relaciones íntimas (vale decir, dentro de una relación de pareja sana). La expresión sexual hace que aparezcan las lecciones y experiencias de la pasión y del placer; también está relacionado con nuestros ancestros y es el centro para crear una familia. Nuestro segundo chakra sirve de apertura para que las frecuencias de nuestra identidad y de nuestra pareja se fundan para entrelazarse creativamente. En esencia, debido a la intimidad sexual, nosotros albergamos el campo energético de la otra persona y, si está presente el engaño y no hay amor, la resaca puede ser psíquica, emocional, mental y físicamente debilitante.

Sin embargo, cuando hay amor y respeto se puede volar con las emociones gozosas hasta los misterios del cosmos. Todo el mundo se tiene que enfrentar a aprender cómo honrar la energía sexual. Si vivimos en un continuo estado de miedo con asuntos que se refieren a nuestra supervivencia y nuestra sexualidad, nos quedaremos atascados en las lecciones de los dos primeros chakras. Debido a que el segundo chakra emana el poder de la vida, es ahí donde se centran las entidades desencarnadas. Estas energías no físicas absorberán la energía que tememos poseer, pero, a su vez, nunca seremos totalmente libres para que esta energía suba por toda la columna vertebral y conecte los chakras más bajos con el resto de los centros.

Para abrir completamente nuestro segundo chakra tenemos que honrar la habilidad de traer vida a este mundo y debemos aceptar la responsabilidad de nuestra actividad sexual. Nuestra identidad sexual nos da el poder en la realidad física para construir puentes de amor y conciencia espiritual entre la realidad física y la no física.

El tercer chakra, o plexo solar, es el centro de los sentimientos, la intuición y la voluntad, y funciona como un cerebro dentro de nuestro vientre. Sintonizar con las actividades y consideraciones de este centro es de vital importancia para tomar decisiones, ya que nuestro cuerpo alberga un banco de conocimiento interno con respecto a nuestra vida, las cuestiones del mundo e incluso más allá. Tenemos que aprender a prestar atención a nuestro cuerpo y reconocer las emociones que están registradas en nuestras vísceras. Cuando reconozcamos el propósito y la función de nuestro tercer chakra, seremos capaces de entender rápidamente los sutiles matices de la mayoría de las situaciones siempre y cuando honremos nuestros sentimientos como un recurso para descifrar la realidad.

El centro corazón, o cuarto chakra, está situado en el punto medio del cuerpo físico y equilibra tanto los chakras que hay por encima como los que están por debajo con lecciones que implican la inteligencia emocional. En este centro podemos apagar la vida o florecer completamente al ejercer la compasión, pues aquí está el lugar desde donde podemos conocer a otro ser como una versión de nosotros.

La compasión es un logro emocional muy sofisticado que abre nuestro cuerpo para conectar con el cosmos a nivel profundamente espiritual. A veces, abrir el corazón puede ser una experiencia que aterroriza, ya que, cuando el corazón está muy abierto, puede que perdamos el control y nos inunde gran cantidad de información empalica. Este centro de gran conocimiento puede hacer que nos acobardemos o que sintamos un gozo infinito.

 El amor gobierna el corazón y con toda razón.

El verdadero examen que la vida os ofrece es la oportunidad de pasar todos nuestros encuentros por el chakra corazón y reconocer la maravillosa variedad de la vida sin juzgar. El centro corazón muchas veces está bloqueado debido a un miedo subyacente que nos ha condicionado para titubear con esta potente conexión psíquica. Cuando el corazón está cerrado, resulta más fácil hacer daño o intentar engañar al otro debido a que la conexión con la vida está cortada. Apreciar la belleza de la vida es especialmente importante para abrir el centro corazón.

La manipulación de la verdad tan sólo es posible si tenemos miedo a nuestro propio poder.

El quinto chakra, o centro de la garganta, tiene una importancia extraordinaria, ya que utilizamos el poder creativo del lenguaje para expresar en esta realidad nuestros pensamientos y emociones. A través de este centro aprendemos las lecciones que tienen que ver con el poder de la palabra al manifestar nuestra verdad y explicar nuestras ideas.

Una mandíbula suelta y relajada es muy importante para mantener este chakra abierto para que la comunicación fluya con gracia y facilidad.

Una mandíbula encajada indica una oculta necesidad de controlar el flujo natural de la expresión. La respiración es la clave de este chakra.

Si dirigimos la atención a cualquier chakra respirando de manera rítmica y sintiendo el «viento en la cueva» en la parte posterior de nuestra garganta, tendremos una percepción más agudizada. Las lecciones del quinto chakra tienen que ver con la liberación de nuestras dudas y preocupaciones con respecto a posibles críticas y condenas por decir lo que pensamos. La manipulación de la verdad tan sólo es posible si tenemos miedo de nuestro propio poder.

El sexto chakra se conoce como el tercer ojo. Está situado un poco por encima de las cejas, entre los ojos. Este centro afecta a los muy complejos procesos químicos que dirige la glándula pineal y, además, sirve como herramienta para abrir nuestra conciencia a tiempos simultáneos.

El tercer ojo es una apertura a la realidad no física, un valorado portal al mundo interno como fuente de conocimiento ilimitado. Este centro está conectado con la experiencia de una percepción considerable. Las lecciones relacionadas tienen que ver con la superación del miedo de reconocer lo que nuestros sentidos agudizados perciben y para comprender los misterios revelados gracias al desarrollo de la introspección.

La parte superior de vuestra cabeza es conocida como el séptimo chakra, o chakra corona, y este dinámico centro conecta el sistema nervioso físico a la mente cósmica. Nuestro sistema nervioso controla y coordina todos los órganos y estructuras del cuerpo al funcionar como un receptor de radio tanto para las señales internas como para las externas; de hecho, se extiende más allá de nuestro cerebro y llega al éter en forma de finos lazos o hilos dorados a modo de filamentos codificados de luz que nos conectan con los otros planos de la realidad. Las lecciones de este centro tienen muchas facetas y en esencia, implican mantener un estrecho equilibrio de integridad requerido para los viajes entre la realidad física y no física. Cada centro energético trabaja en armonía con los demás centros y amplia nuestra mente y nuestro corazón para una consideración de posibilidades mayores, haciendo inevitablemente más espacio para la energía cósmica que penetra en nuestro cuerpo para mejorar nuestras vidas.

Existen 5 centros energéticos adicionales que están situados fuera del cuerpo y más allá de la forma física. Estos chakras cósmicos, al igual que los 7 chakras del cuerpo, son pulsantes vórtices de colores caleidoscópicos, luz, símbolos y sonidos que utilizamos para saber quiénes somos en relación a toda la existencia. Para navegar por estos chakras y explorarlos hace falta una imaginación creativa.

El concepto de ciudades, estados y naciones sirve como identificador imaginario a la estructura de la realidad basada en la Tierra; los mapas se utilizan para definir la realidad, pero no son la realidad (no podemos pasar la noche en otra parte del país con sencillamente apuntar con el dedo el sitio en el mapa). Sin un mapa nos sería imposible diferenciar entre una frontera y otra, y, de esta misma manera, la visualización creativa puede ser muy útil para explorar una realidad que parece estar más allá de nuestro alcance.

Por regla general, en la Tierra se aprecian y se valoran las flores gracias a su elegante belleza; nos fascinan, tienen una poderosa energía de fuerza vital, abren nuestros chakras y, con frecuencia, son símbolos utilizados para expresar nuestros sentimientos y emociones más profundos. Asociar los chakras cósmicos multidimensionales con determinadas flores nos proporcionará una imagen que podemos utilizar para explorar los numerosos aspectos no físicos de nuestra identidad.

El octavo chakra está situado entre 30,5 centímetros y 91 centímetros por encima de nuestro cuerpo y está conectado con el lirio. Ese portal, similar a una trompeta, es un transductor de energías para el resto de chakras cósmicos, al bajar la frecuencia de luz y canalizar este conocimiento a las numerosas capas de los aspectos físicos y no físicos del cuerpo. Esencialmente, establece un vínculo no físico para una identidad que es mayor que las fronteras de la forma física.

El noveno chakra ofrece a nuestra conciencia gran movilidad y su símbolo es la flor de la Luna, pues su función consiste en conectarnos con todo lo que sucede entre la atmósfera terrestre y la Luna, incluidas las poderosas energías magnéticas que conectan a las dos esferas. Este centro de energía nos proporciona una visión de la Tierra como se ve desde el espacio y cabe destacar que amplía nuestras percepciones en relación con nuestro lugar dentro del esquema cósmico de la vida.

El décimo centro es representado por el girasol y se conoce como el chakra solar. Este chakra conecta y amplia nuestra conciencia para llegar a cualquier lugar dentro de nuestro sistema solar, desde el Sol hasta más allá de Plutón. El Sol se considera el gobernador principal de nuestro sistema, ya que sostiene y alimenta la vida aportando las frecuencias de luz necesarias como punto focal, junto con la energía vital y la información transmitida. El centro girasol también es muy móvil, utiliza el Sol como punto focal y reconoce la información cósmica como fuente del conocimiento que estamos desarrollando.

A lo largo de los tiempos, la gente ha alineado su conciencia con el Sol para recibir inspiración para nuevas ideas y acceder a determinado tipo de información. A veces, incluso se escondía del Sol porque sentía que sus rayos podían leer sus mentes, y, si estaba intentando guardar un secreto y ocultar lo que estaba haciendo, elegía la oscuridad para actuar.

Nuestra conciencia puede explorar la galaxia con sólo mover el chakra galáctico en cualquier dirección dentro de la Vía Láctea.

El undécimo centro es nuestro chakra galáctico y se puede representar mejor mediante una rosa roja, que es la flor más popular para simbolizar y expresar el amor en la Tierra. Nuestra conciencia puede explorar la galaxia con sólo mover el chakra galáctico en cualquier dirección dentro de la Vía Láctea; sin embargo, en algún momento el centro corazón nos llamará para que regresemos a casa, a nuestro lugar de nacimiento, con todo lo que ha pasado por su portal de creación: el centro galáctico. Conectar con la inteligencia de nuestra galaxia abrirá nuestra conciencia para comprender cómo los racimos de luz efectivamente funcionan.

El duodécimo chakra nos conecta con unas realidades que existen más allá de nuestra propia galaxia y que amplían nuestra identidad mucho más allá, hasta el inmenso espacio del universo, que se considera un singular campo que contiene todo lo que parece existir. El chakra universal se simboliza mejor mediante la flor púrpura de la echinacea, cuyo cono es una maravilla matemática de espirales que sintetizan la perfección de la proporción áurea como el auténtico diseño de la vida. En el universo, el tiempo parece moverse hacia atrás debido a nuestra actual percepción y comprensión de la luz y del tiempo. Debido al desarrollo de la radioastronomía, existen fotografías del cosmos lejano que muestran eventos que ocurrieron hace muchísimo tiempo y que nos permiten contemplar un pasado mistificado. El duodécimo chakra funciona como una puerta abierta para acceder al terreno del pasado, además de ser una disimulada ventana con la que se puede explorar el tiempo simultáneo.

El universo es parte del multiverso, en el que las capas de la existencia están ligadas mediante el tiempo simultáneo. Para completar el cuadro, un centro adicional, el decimotercero, que se abre al multiverso, contiene cada uno del resto de los chakras. Los misterios simbólicos del multiverso se describen de mejor manera con la imagen de un hongo que aparece y desaparece en nuestro mundo por arte de magia. El místico hongo puede ser una fiesta gourmet, nutritivo, y ser delicioso, o puede acabar con nuestra vida si no prestamos atención; casi con toda seguridad nos conducirá a un largo y fascinante viaje por los territorios que están mucho más allá de los confines de nuestras percepciones. Todos nuestros chakras nos conectan con la ilimitada fuente de energía para vivir y explorar los matices de la creación de la realidad, y es nuestra responsabilidad disfrutar y utilizar esas capacidades.

 

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